Nepal La Generación Z – Derroca un gobierno, La chispa digital que incendió el Himalaya
En menos de una semana, un movimiento descentralizado de jóvenes enfurecidos por la censura y la corrupción logró lo que parecía imposible: la renuncia del primer ministro y la quema simbólica de un sistema político podrido.
Cañuelas Noticias 12 de septiembre de 2025. Un bloqueo digital en el techo del mundo
Todo comenzó el jueves 4 de septiembre de 2025. El gobierno del Primer Ministro K. P. Sharma Oli, un político de 73 años con cuatro mandatos a sus espaldas, ordenó el bloqueo de 26 plataformas de redes sociales, incluyendo gigantes como Facebook, Instagram, WhatsApp, YouTube y X (antes Twitter) . La justificación fue técnica: las empresas no se habían registrado bajo las nuevas normas del Ministerio de Comunicación y Tecnología de la Información, diseñadas para combatir noticias falsas, discursos de odio y fraudes en línea .
Pero para una población joven, hiperconectada y ya harta, la medida no fue interpretada como una mera regulación administrativa. Fue una censura pura y dura. Un intento desesperado de acallar una campaña viral que estaba sacudiendo los cimientos de la élite gobernante: el movimiento “Nepo Kids” (Niños Nepotistas), que denunciaba y exhibía el lujoso estilo de vida de los hijos de los políticos, en stark contraste con la pobreza y la falta de oportunidades de la mayoría de los nepaleses .
De la protesta pacífica a la masacre
El lunes 8 de septiembre, la paciencia se agotó. Miles de jóvenes, muchos vistiendo sus uniformes escolares y universitarios, se congregaron pacíficamente en Kathmandú y otras ciudades como Pokhara e Itahari. Portaban pancartas con lemas como “Apaguen la corrupción, no las redes sociales” y “Juventud contra la corrupción”.
Se autodenominaban la Generación Z (los nacidos entre 1997 y 2012), un término que se convirtió en un grito de unidad .
La marcha se dirigió hacia el complejo del parlamento en New Baneshwor. La tensión escaló rápidamente. La policía respondió primero con cañones de agua y gases lacrimógenos. Pero luego, la situación dio un giro terrible: las fuerzas de seguridad abrieron fuego con munición real contra la multitud .
Saurav, un estudiante universitario de 18 años, resultó herido y desde su cama de hospital relató a The Guardian: “Un manifestante que estaba frente a mí recibió un disparo en el pecho y murió en el acto… Matar gente, no creo que eso sea humanidad. Es simplemente asqueroso” . El balance de esa jornada fue 19 muertos y más de 400 heridos, muchos con impactos de bala en la cabeza y el pecho, tal como describió el usuario . El ministro del Interior, Ramesh Lekhak, presentó su renuncia esa misma noche, asumiendo “responsabilidad moral” por la sangrienta represión .
El punto de no retorno. La furia de un pueblo que no tiene nada que perder
La renuncia del ministro y la decisión del gobierno de levantar la prohibición de las redes sociales esa misma noche llegaron demasiado tarde. La masacre había cruzado un rubicón de indignación.
El martes 9 de septiembre, la protesta pacífica se transformó en una insurrección violenta. La furia ya no era solo por las redes sociales; era un rechazo visceral y total a toda la clase política, acusada de décadas de corrupción, nepotismo y fracaso económico .
Simbolismo en llamas. Los manifestantes incendiaron los símbolos del poder. El Parlamento Federal, el complejo administrativo de Singha Durbar, la Corte Suprema, la residencia presidencial (Sital Niwas) y la del primer ministro (Baluwatar) fueron consumidos por las llamas .
Cacería de élites, La ira se dirigió directamente contra los políticos. Las residencias de ex primer ministros como Sher Bahadur Deuba (quien resultó herido), Prachanda y Jhala Nath Khanal fueron atacadas e incendiadas. En el caso de Khanal, su esposa falleció en el incendio de su casa.
Fuga y vacío de poder. El primer ministro Oli presentó su renuncia y junto con otros altos funcionarios, huyó del país hacia un cuartel militar y luego en helicóptero, dejando un enorme vacío de poder . El jefe del ejército instó al diálogo, posicionando a los militares como árbitros en la crisis .
Una generación perdida que encontró su voz
¿Quiénes son los jóvenes que lograron lo impensable? Nepal es un país de 30 millones de habitantes con una edad media de 25 años. El 43% de su población tiene entre 15 y 40 años . Una generación que se crió en una república federal inestable (desde 2008) que ha tenido 14 gobiernos en 17 años, sin que ninguno completara su mandato .
· Desempleo y economía precaria. La tasa de desempleo juvenil ronda el 20.8% . La economía depende en un 33% de las remesas enviadas por nepaleses que se vieron forzados a migrar para encontrar trabajo.
· Organización digital. A pesar del bloqueo, usaron Discord, Instagram y VPNs para coordinarse de forma descentralizada. La ONG Hami Nepal fue una de las impulsoras iniciales . En los canales de Discord se organizaban tácticas y se discutía cómo evitar la represión.
Un grito existencial: Para ellos, las redes sociales no son solo ocio. Son una herramienta de trabajo, educación y conexión vital con la diáspora. Su protesta era por libertad de expresión, pero también por oportunidad económica y dignidad. “Queremos recuperar nuestro país; vinimos a detener la corrupción”.
Consecuencias y un futuro incierto
El costo humano ha sido devastador. El balance final supera los 51 muertos y 1,300 heridos . El caos permitió que más de 12,500 prisioneros escaparan de cárceles asaltadas por las turbas . La turista india Rajesh Gola murió al saltar de un hotel en llamas en Kathmandú .
Tras la renuncia de Oli, la ex presidenta del Tribunal Supremo Sushila Karki fue nombrada Primera Ministra interina , un intento por restaurar cierto orden constitucional. El ejército mantiene un toque de queda nacional y controla las calles .
La lección para el Sur de Asia
El estallido en Nepal no es un evento aislado. Sigue un patrón regional de descontento juvenil masivo que ha derrocado gobiernos en Sri Lanka (2022) y Bangladesh (2024) . Como resume Paul Staniland, profesor de la Universidad de Chicago: “La percepción de que las élites gobernantes son corruptas e ineficaces… ha creado una base estructural para grandes crisis” .
La historia se repite: una queja específica (impuestos, corrupción, censura) prende la mecha de una frustración generalizada que culmina en el rechazo total al sistema. La furia de la gente, cuando se siente acorralada por un gobierno que no escucha, que prioriza su propio enriquecimiento sobre el bienestar de su pueblo y que responde con balas a las protestas pacíficas, termina, desgraciadamente, en estas situaciones.
El caso de Nepal es un crudo recordatorio de que en la era digital, la desconexión entre los gobernantes y una juventud conectada, consciente de sus derechos y desesperada por un futuro, puede tener consecuencias explosivas e imparables. La voz del pueblo, finalmente, se escuchó. El reto ahora es que alguien sepa qué hacer con ese grito de dolor y rabia.
Fuente – Información compilada de reportes de BBC Mundo, Reuters, The Guardian, CNN en Español, Infobae y Wikipedia, todos fechados entre el 8 y el 10 de septiembre de 2025.
Cañuelas Noticias
@cañuelasnoticias
12 de Septiembre del 2025
.
Discover more from Cañuelas Noticias @cañuelasnoticias
Subscribe to get the latest posts sent to your email.