ACUMAR – Tres grandes obras que serán un antes y después para la Cuenca Matanza Riachuelo
El Sistema Riachuelo, el traslado del Mercado de Liniers a Cañuelas y el Parque Industrial Curtidor en Lanús serán tres hitos en la recomposición ambiental de la Cuenca y están cada vez más cerca.
ACUMAR es el organismo que impulsa estas tres obras fundamentales para el saneamiento ambiental de la Cuenca Matanza Riachuelo. Si bien la problemática es multicausal y profundamente compleja, estos proyectos en marcha realmente nos acercarán muchísimo a una de las grandes metas: mejorar la calidad de vida de las y los habitantes de la Cuenca.
El Sistema Riachuelo, la obra de ampliación cloacal más importante de los últimos 70 años; el Parque Industrial Curtidor en Lanús, que contará con una planta de tratamiento de efluentes líquidos y un centro de investigación; y el traslado del Mercado de Hacienda de Liniers a Cañuelas serán, sin dudas, un punto de inflexión para el saneamiento.
El presidente de ACUMAR, Martín Sabbatella, destacó que “el principal objetivo de ACUMAR es la recuperación de la Cuenca y para lograrlo nos propusimos poner todo de nuestra parte para que se finalicen lo antes posible y con completa adecuación a las normativas ambientales”.
La Cuenca Matanza Riachuelo es parte de la semblanza de un país, de un territorio con más de 200 años de historia y memoria. El desafío de trabajar para su recomposición y saneamiento implica tener en cuenta estas características y entender que es imprescindible contar con estrategias que contemplen la inmensidad de una tarea en la que también son protagonistas quienes transitan, trabajan, estudian y viven en la Cuenca. Una de esas estrategias es atacar el origen de la contaminación que se remonta a los tiempos de la colonia.
El Sistema Riachuelo es la mega obra de saneamiento más importante del país. Su diseño consta de tres grandes componentes: el colector margen izquierda, el emisario subfluvial en el Río de La Plata y la planta de tratamiento que une ambas instalaciones para que funcionen integralmente. Se trata de una ampliación cloacal que beneficiará a más de 4.3 millones de habitantes en la región y, en un futuro, permitirá incorporar a 1.5 millón de habitantes a la red de cloacas, evitando así que los desechos orgánicos se viertan directamente en el cauce del Riachuelo, lo que constituye hoy una de sus principales causas de contaminación.
Será un verdadero cambio de escenario para la Cuenca. Esta megaobra, que emplea a más 1.500 trabajadores, tiene un presupuesto que supera los 1.200 millones de dólares y es financiada gracias a un crédito del Banco Mundial y a los aportes del Tesoro Nacional.
Sabbatella recordó además que “estas tres grandes obras estarán terminadas para el 2023” y evaluó que se trata de “obras fundamentales para atacar los factores contaminantes, teniendo en cuenta que en la Cuenca Matanza Riachuelo un 70% de los contaminantes son de efluentes cloacales y un 30% de residuos industriales“.
Fuente AySA.
A su vez, se llevan adelante las obras del Parque Industrial Curtidor (PIC) en Lanús, una iniciativa de ACUMAR junto a la Asociación de Curtidores de Buenos Aires, financiada también por el Banco Mundial, que promueve el acceso a una mejor infraestructura industrial a las pequeñas y medianas curtiembres, además del manejo y tratamiento compartido de sus efluentes industriales, lo que implica un ahorro de costos y bajo impacto ambiental. Las obras del PIC tienen un avance registrado a la fecha del 86,5% y se espera que hacia fines de este año o inicios del próximo ya comiencen a instalarse las primeras curtiembres.
Por otro lado, con el traslado definitivo del Mercado de Liniers al partido de Cañuelas, se está solucionando otra de las fuentes de contaminación orgánica más importantes que tiene la Cuenca Matanza Riachuelo, ya que hoy el Mercado vierte sus efluentes en la subcuenca del arroyo Cildañez, que atraviesa el sur de CABA y desemboca en el Riachuelo. Por las características de su infraestructura y por el volumen de hacienda que maneja a diario, es parte de los establecimientos que consideramos grandes agentes contaminantes.
Este traslado a la Cuenca Alta implicará una reducción drástica de la carga orgánica que llega al Riachuelo, ya que las nuevas instalaciones contarán con un sistema de tratamiento de efluentes. Para asegurar los niveles de efluentes se instalaran dos estaciones de monitoreo: una ubicada aguas arriba y otra a la salida del Mercado, sobre el arroyo Cañuelas. La mudanza implica también una descongestión considerable del tránsito de vehículos pesados en la Ciudad de Buenos Aires, particularmente en los barrios del sur de la ciudad.
Estos últimos dos proyectos demuestran que es posible encontrar, a través de esfuerzos articulados entre el sector público y el privado, soluciones integrales y creativas que salden el falso dilema entre producción y protección del ambiente.
“Debemos y queremos trabajar por una Cuenca que proteja su biodiversidad y la calidad de sus suelos, arroyos, ríos y aire, tanto como por una Cuenca que contemple el rol decisivo de la generación de empleo en la calidad de vida de su población”, afirmó el presidente del organismo.
Estas no son las únicas obras que lleva adelante ACUMAR, pero sin dudas son icónicas por su magnitud, por lo que significan en términos simbólicos al saldar una deuda histórica, pero sobre todo porque son obras claves para reducir en forma efectiva y a gran escala dos de las principales fuentes de contaminación del Riachuelo.
Prensa ACUMAR
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